Un hermoso día para el recuerdo, por Kurt Schleicher
Antes que nada, recordar que esta iniciativa fue de Jose Luis Cerdán,
pues tras una primera cena en la que estuvimos
ocho de nosotros tras una convocatoria
de nuestro “Sr. Memoria” particular Manolo
Rincón, le debió de dar envidia por estar en Valencia y se diría eso de “si Mahoma
no va a la montaña, pues que venga la montaña a Mahoma…”
Y la propuesta fue más que bienvenida, con ése entusiasmo entrañable de
unos cuantos tíos ilusionados… y la montaña se empezó a mover hacia Valencia.
Luego vino lo de encontrar una fecha, cosa nada fácil, y recurrimos a
“la menos mala para todos” tras analizar cuidadosamente todas las respuestas
que se recibieron; de ahí salió finalmente el 22 de Mayo.
José Luis Cerdán se ofreció también a hacer de “cicerone” para
enseñarnos cosas bonitas de la ciudad, con lo que el evento se transformó de
algo exclusivamente lúdico-gastronómico a algo también más cultural, así como
de buscarnos un restaurante al pie de la playa de la Patacona (Alboraia) en un magnífico
entorno, poniendo así un delicioso “marco” a nuestro evento.
Aunque el viaje estaba previsto para aprovechar el AVE, unos cuantos se
acercaron de las más variadas formas (algunos adelantados ya cenaron en
Valencia la noche anterior) y el punto de encuentro final fué en el propio restaurante.
Desde el punto de vista de
los más “madrugadores” que fuimos en el AVE:
Emoción tempranera según te acercas al andén; es similar a esa que se
tiene cuando has acordado una “cita a ciegas” con una buena moza.
Para mitigar lo de “a ciegas”, alguno nos
pusimos un escudo del Ramiro para facilitar la identificación; luego fue más
fácil de lo que presumíamos, pues los vagones 7 y 8 en los que estábamos todos
no estaban muy llenos precisamente. Fácil: en el exterior se formó primero un
grupo de tres personajes de “edad madura” que enseguida fueron cuatro con el
que suscribe: emoción a tope: ahí estaban Angelote Quesada, Alfredo Fdez. Valmayor y Nolla,
y nos fundimos en un primer abrazo. Echando una ojeada al interior del vagón,
había otro grupito de tres, uno llevando un alzacuellos… ¡pues claro! ¡Alberto
Portolés! Y con él estaban nuestro impenitente viajero Antonio Aberturas y Gonzalo Madrid. ¡Otra vez se repitió el número ocho, el
número de la suerte en China! Estupendo,
porque nos repartimos los dos sitios para cuatro con mesa del vagón y no
paramos de rajar hasta que llegamos a Valencia. Desde luego, el viaje se nos
hizo cortísimo…
Madrid,
Quesada, Fdez. Valmayor, Nolla, Portolés, Aberturas y Kurt en el AVE
Una vez en la estación y tras algún despiste por no estar seguros si se
acercaría por allí Jose Luis, nos encaminamos al punto oficial de cita: en el
Ayuntamiento. A las doce en punto estábamos allí todos, junto con las campanas
repicando… ¡gracias, Valencia, por recibirnos hasta con volteo de campanas!
Y ya el segundo momento de emotividad generalizada: ¡allí estaba el
grandullón de Jose Luis –desde luego, es ahora el más alto- que nos recibió
como los guías profesionales, con su banderín del Ramiro en alto!
Y más abrazos, presentaciones,
sólo faltaban las lágrimas, pero seguro que más de uno tuvo que hacer fuerza
para contenerlas.
¡Ahí estábamos! Y nos habíamos duplicado: ya éramos 16, pues allí
estaban Jose Luis Cerdán, al que se le veía claramente desde lejos, con Moncho Alba, Nieto, Ortiz Blasco
(irreconocible tras sus luengas barbas de profeta), Abellanas, Juan Antonio
Rosas, Paco Menchén y Juliani.
Antes de empezar la visita, ha quedado inmortalizado el momento para el
recuerdo (bueno, falto yo, por hacer la foto):
Primer
encuentro de 8 + 8
Pues ahí estábamos, debajo del murciélago (¿no será un vampiro?) del
escudo de Valencia.
Por cierto, a la vista del “RM” del banderín, un grupo de turistas que
pasaron por nuestro lado comentaron:
“ ¡… Mira, tú, si están aquí los del
Real Madrid !!” …
Íbamos a contestar con
eso de “Estudiaaantes”, pero nos contuvimos prudentemente y nos dirigimos al cogollo de Valencia en comitiva, como un grupo de turistas
más, pero con un “banderín de enganche” muy especial.
Papá Pato
Cerdán con los patitos
Video peripatético de Manolo Rincón
Nos encontramos con un arco románico la
mar de precioso, con las figuras de las mujeres de siete caballeros ilerdenses que participaron en la conquista de Valencia por Jaime I (1238): María esposa de Pedro, Berenguela de Guillem, Dolça de Ramón, Ramona de Francisco, Floreta de Bernardo, Berenguela de Beltrán y Ramona de Domingo.
En la propia plaza había una cerámica en la que se ve a San Vicente (reconocible por el dedo índice levantado, 'el dit'; la “V” que forman sus dedos la copió posteriormente D.
Winston Churchill, quien para diferenciarse escogió otros dedos, no sabemos si
para formar una “W” de Winston o por lo de “victory”):
Arribamos por fin a la plaza de la Catedral,
que la verdad es que no se sabe cuál es en realidad, pues está compuesta por
varias iglesias y edificios. La Catedral contiene el famoso Santo Grial (el que tiene más papeletas
de ser el auténtico, sin desmerecer a Indiana Jones) en una preciosa capilla.
Plaza de la
Catedral; a la izquierda, iglesia de la Virgen de los Desamparados
Nos encaminamos a la iglesia de la Virgen de los Desamparados, realmente
sorprendente por su maravillosa cúpula ovalada con frescos de Palomino, pintor de cámara de Carlos II, muy poco habitual. La magnífica
imagen de la Virgen tiene la mirada puesta hacia abajo, dado que es una virgen yacente puesta de pie, 'la Geperudeta' o Jorobadita.
En la iglesia había exclusivamente señoras, lo que nos llamó bastante la atención, tanto que alguien preguntó si es
que nos habíamos “colado” en algún acto feminista en la iglesia; debe ser, o
porque el paro afecta mayormente a las mujeres, o sencillamente que hay una
mayor devoción mariana en este género o porque esta Virgen tiene un “tirón” excepcional,
ya que era un martes y la iglesia estaba hasta los topes, no cabía ni un
alfiler (seguro que con gran satisfacción de Portolés…)
Cúpula
ovalada, maravilla pictórica
A
pocos pasos teníamos la Catedral, en la que nos metimos como visita de grupo
(bueno, casi, pero nos aceptaron a todos como jubilados).
Altar y
retablo
La capilla del Santo Grial desde luego es un punto y aparte. Muy
sencilla, sin embargo, destacando al fondo el propio Grial montado en una
estructura engarzada en oro y protegido por un cristal:
Aparte de los magníficos retablos, colocados en el centro del altar
formando dos triadas, realizados por Fernando Yánez y Hernando de los Llanos (1510),
discípulos de Leonardo da Vinci, hay que
destacar las pinturas de la bóveda del
ábside. Tienen su historia: en el archivo de la Catedral constaba el documento
del encargo que Roderic Borgia (futuro papa Alejandro VI) realizó a Paolo de
San Leocadio y Francesco Pagano en 1474 a raíz del incendio del presbiterio.
Durante las obras de restauración, se hizo una cata en la bóveda y se vio que
la bóveda barroca envolvía la original sin haberla dañado, y al derribarla
aparecieron las maravillosas pinturas de los Ángeles músicos. Los colores son sorprendentemente
vivos.
Pinturas
La vidriera con la ascensión de la Virgen María es una auténtica joya. Y
el pequeño cuadro con el bautismo de Jesús de Vicente Masip, padre de Juan de Juanes, cerca de la entrada y por encima de
una pila bautismal poco común (le encantaba a Alberto Portolés) constituye un
conjunto magnífico.
Estos videos, tomados en el interior de los templos, son cortesía de Manolo Rincón
Tras terminar tan instructiva visita, nada más salir a la calle, nos
tropezamos con una plaza de mercado.- Tal era el follón que había allí, que
algunos nos perdimos y hubo que hacer una repesca y quedar en el último punto
de nuestra excursión: la Plaza del Mercado (no era ésa) y la Lonja, que estaba
al lado.
El interior de la Lonja está vacío, pero con sus columnas helicoidales a
modo de sacacorchos parece que estén horadando el cielo.
La verdad es como somos todos unos
pícaros, nos llamaron inmediatamente la atención las famosas gárgolas
“eróticas” de este edificio, pues hay algunas en actitudes más bien “privadas”;
lo sorprendente es que hayan sobrevivido a la censura tantos años (posiblemente
por no ser evidentes a primera vista).
Valmayor y Rincón… escuchando
con atención (a Portolés, claro)
Abellanas,
Aberturas, Valmayor, Juliani, Alba, Cerdán Madrid y Nieto, indisciplinados:
ni puñetero caso a lo que decía el pobre Cerdán. Menos mal que se ve bien el banderín de
enganche
Este era, pues, el último punto de nuestra
visita, y a correr, pues se nos echaba el tiempo encima y no había que fallar a
la cita de la comida (bueno, los que
fuimos en coche tuvimos un encontronazo con la disposición del enorme
aparcamiento subterráneo de la plaza de
S Agustín, que Dios confunda, o no, mejor que lo deje en paz, pues bastante lo
hace ella solita: los coches estaban aparcados en una tercera planta y por
donde entramos solamente había dos y sin indicaciones de que en alguna zona
lejana a aquella hubiese otra. Se nos pasó hasta la validez del ticket tras los
kilómetros andados)
¡Por fin! llegamos al restaurante.-
Inmenso, la verdad, La Ferradura aquella. Y un delicioso fresquito.
Y
tercer momento de emotividad: encontrarnos con los 10 que faltaban por ver y
que ya llevaban un buen rato tomándose cervezas a nuestra salud; allí estaban
Vicente Ramos, Ildefonso Arenas, Pablo Bergia, Jose Luis González Quirós, Jorge
Molinero (segundo alzacuellos de la jornada), Francis González García, Aíto García
Reneses y Jesús Heredero, hasta
completar los 24 que éramos en total. ¡No está nada mal para un primer
encuentro multitudinario ¡ Podíamos hasta jugar un partido de fútbol y nos
sobraban…
Ya estaba montada la mesa para los comensales, que parecía inacabable;
si la de Leonardo de Vinci parece en Cinemascope, ésta era en Cinerama: ni se
veía el final…
Abrazos, más presentaciones, lágrimas
reprimidas… emoción a flor de piel.
La inacabable
mesa… y unas vistas maravillosas a la playa.
Podríamos preguntar a Abellanas cuántas son las diferentes alternativas
de saludos de cada uno de nosotros con otros 23; como la respuesta intuyo que
es enorme, aunque el tiempo para cada salutación fuese escaso, había que cortar
o saludarnos en paralelo y no en serie (que me corrijan los de
telecomunicaciones).-
En cualquier caso, con la sed acumulada tras tan movida mañana, cuando
aparecieron los primeros camareros para servir las heladas cervezas, todavía
hoy no se explican la increíble velocidad con la que los vasos desaparecían de
las bandejas y cada vez que las miraban tenían que ir a por más. ¡Menuda
solarina que pasamos! A mí se me puso la calva de un color brillante precioso y
no se me distinguía de los langostinos de la fermosa paella que nos fue
presentada formando un ángulo peligroso algo más tarde, tras dar buena cuenta
de unos estupendos aperitivos variados.
Paellam deliciosam (mirad la cara de envidia de la guapa chica
del fondo)
Tras un exquisito postre sano y natural, volvimos a comenzar con el pase
de singularidades alrededor de la mesa, intercambiando Dios sabe qué y
dedicándonos a hacer videos y más fotos.
Dado que la mesa era tan tremendamente
larga, no era la disposición más apropiada para echar discursitos sin tirar de
trompetillas o audífonos, de forma que nos organizamos en un apartado alrededor
de una mesa redonda (bueno, cuadriredonda), de manera que ya podíamos vernos y
sobre todo oírnos algo mejor.
Vicente tomó la palabra, difícil tras tan
surtida paella, y siguiendo el plan preconcebido procedimos a hacer unas
presentaciones de cada uno, facilitando que nos conociéramos algo mejor.
Hubo de todo, desde emotivos recuerdos del Ramiro, referencias familiares y profesionales,
recuerdos imperecederos, de cómo habíamos evolucionado… , todo ello en clave de
inteligente humor, pero en algo concidíamos todos: en lo felices que nos
sentíamos por estar allí.- De eso no cabía la menor duda: bastaba con vernos
las caras (o las fotos para los no presentes).
Tras el anuncio de los pozos de Tinín ya puestos previamente a nuestro
nombre y lo que podríamos hacer para que fueran una realidad y una breve
exposición del blog por nuestro pater
imformáticus Ildefonso Arenas, me
permití para finalizar el acto hacer una mención a que lo del blog estaba muy
bien, pero que todos queríamos además vernos y tocarnos (sin pensar mal) en
sucesivas ocasiones y que ya organizaríamos más eventos de éstos, probablemente
el próximo en Madrid tras el verano.
Reflexionando
sobre todo lo que se había dicho allí; ¡si es que tenía un rato enjundia!
¿Verdad, Vicente?
Y ya sin mucho tiempo sobrante, cada uno nos organizamos en varios
grupos para la vuelta.- Pocas veces encaja tan bien el tiempo, por cierto; ni
nos faltó ni nos sobró. Día redondo y completo, pues…
Y al día siguiente, tras enviar las primeras fotos (confieso que no
podía conciliar el sueño, así que empecé a prepararlas ya la misma noche),
empezamos a recibir emotivos correos, empezando por el de Angelote Quesada.
Creemos que estos comentarios constituyen un magnífico colofón y hemos
pensado ponerlos al final de esta reseña; he preparado un extracto para hacerlo
menos pesado y sin mencionar el origen, pues como veréis, no tienen desperdicio
y nos servirán para proseguir nuestros encuentros y actividades en el futuro.
Lo que sigue son opiniones (extractadas) que nos hicísteis llegar por mail a las pocas horas de habernos despedido.
"Chavales, fue un éxito, de público, de moral, de afectividad, de humor, de
clase, de elegancia, de comida, de organización, de alegría, de haber bebido lo
justo, incluso de haber fumado, de todo. Cada uno de los que allí hemos estado
podemos añadir nuestro éxito. Y los que no pudieron ir también.
Y además va a repetirse, esto ya es la……..!.
En serio que es grande."
Ángel Quesada
"Aprovechando
el siempre espontáneo y por lo tanto sincero e-mail de Ángel, os doy las
gracias por vuestra venida física o en espíritu a Valencia.
Para mí ha
supuesto volver a una época filtrada por la serenidad que da la experiencia
adquirida durante casi 50 años, las heridas se cicatrizan y el distanciamiento
hace que los recuerdos aparezcan envueltos en una placentera nostalgia.
Con mis
compañeros de la carrera, con los que son compañeros y sin embargo amigos
(frase retórica de muchos de ellos), celebro una Convención anual desde 2004. Propongo
que nosotros que somos siempre amigos y compañeros, hagamos lo mismo. A mí no
me importaría volverla a organizar en Valencia, porque no ha sido un trabajo,
ha sido sinceramente un placer, aunque es evidente que el centro siempre será
el punto de mayor accesibilidad para los que estamos en la periferia."
José Luis Cerdán
"Es uno de esos días que no se
olvidarán nunca: el encontrarnos en el tren (llevando por si acaso una insignia
del Ramiro en la solapa "por si los años nos hubieran cambiado un
poquito"), la cantidad de cosas que teníamos que contarnos, descubrir
afinidades, etc., es algo que nos conmueve
hasta las fibras más profundas.
Es un día del que solamente recordamos sonrisas
La amistad es algo precioso en todos sus sentidos y estamos asistiendo
al comienzo de muchas... y la fuerza que nos une alrededor de algo que tenemos
en común -el Ramiro- es bastante más intensa de lo que podíamos llegar a
imaginar
¿Qué más podemos pedir? Pues que "la cosa" siga..."
Kurt Schleicher
"... no es cierto, como muchos piensan, que la dicha
pueda encontrarse como se encuentra por la calle una moneda o que pueda tocar
como una lotería, sino que es algo que se construye, ladrillo a ladrillo, como
una casa.
Pues bien ya hemos comenzado a construir esa casa que nos
produce felicidad, el grupo promotor, puso la primera piedra, Ramos el cemento
de la base y en la comida de Valencia se pusieron los primeros ladrillos y poco
a poco, entre todos la iremos construyendo y será una casa que nos dará
alegrías y buenos momentos, pues nadie nos los proporcionará si nosotros no
participamos.
¡Animo! que esto tan sólo ha comenzado."
Moncho Alba
"Para mí una de las cosas más sorprendentes de
este viaje de reencuentro es que cada uno era más o menos reconocible,
dependiendo del tiempo que hacía que no nos habíamos visto, pero todos seguimos
siendo los mismos, con los mismos rasgos de carácter, de esos que no se pierden
con el paso del tiempo, sino que se potencian y depuran.
Esperando
que haya un post de categoría en el blog, el viaje se va enriqueciendo con los
mails que van apareciendo -aunque tímidamente- y que sacan nuevos matices y
sabores."
Alberto Portolés
"Una cosa es que se mantengan amistades entre personas más allegadas o
reunidas de nuevo por las casualidades de la vida y otra que nos hubiéramos
reunido con regularidad formando ese tipo de lobby como los que forman los
pilaristas o similares. Prefiero hacerlo ahora, como lo hemos hecho, usando el
recuerdo sin "saudades" de nada perdido (salvo el pelo).
Algo bueno tuvo que tener ese Instituto. ¡Que hermosa diversidad!."
"Me felicito, como todos, del estupendo
encuentro valenciano, y como soy de natural iluso, me atrevo a proponeros lo
siguiente: que aprovechemos la energía, el talento y las ganas de nuestros
líderes promotores para tratar de evitar lo que se conoce como efecto champagne
y procurar ir todo lo lejos que podamos. Ya ha habido quienes han apuntado en
esa línea, y está claro que todo lo que se ha hecho tiene, de uno u otro modo,
esa intención, más o menos explícita, porque, entre otras cosas, nos acercamos
a nuestro fin y seguro que queremos que haya cosas que nos sobrevivan.
Es evidente que somos un grupo diverso, y lo seremos más cuantos más nos arracimemos,
pero no es menos claro que podemos juntarnos y sentir y promover cosas juntos.
Esto es muy importante, porque mi impresión es que los españoles solo nos
juntamos para gritar o destruir formando grupos muy estructurados de tipos casi
idénticos, y es muy bueno que hagamos grupos bien cohesionados de gentes muy
distintas, de izquierdas y de derechas, curas y laicos, ambiciosos y
conformistas, del Estudiantes y tipos como Ramos, en fin, la diversidad.
Creo que haciendo eso haremos algo realmente importante y muy nuevo en un
país que desconoce, para su desgracia y vergüenza, su historia y que se ama,
admira y estimula menos de lo que debiera. Bueno, no quiero enrollarme, pero
creo que se me entiende, que me gustaría estuviésemos empezando a hacer algo
más que pasarlo bien juntos, por importante que esto sea, que lo es y mucho."
José Luis González Quirós
Pues ¡hála!...
a continuar por esta senda. Con personas como las del “Ramiro 53-64”, NADA ES IMPOSIBLE.
Otras fotillos del evento:
Se abre la
sesión, señores...
Rosas y Ramos
con Heredero y Molinero, que hacen pareado.
Molinero: si es que no me puedo creer lo que
estoy viviendo…
Menchén: pues ya te lo puedes ir creyendo…
¡será cuestión de fe!
Ortiz Blasco: pues yo no me la encuentro por
más que busco…
Ortiz Blasco (tras media hora): esta mochila
es que debe tener doble fondo. ¡Nada, que no me la encuentro!
Alba: es que
no sabe que se la he escondido… chsssst
Cerdán y Arenas, dabatiendo sobre la brevedad
de la vida (o sobre el blog).
Portolés:
feliz
González
Quirós: sumido en la más profunda felicidad (salvo que esté filosofando)
Abellanas:
contagiado; ¡cómo no!
Aito,
sentenciando.
Arenas,
dándole vueltas al blog
Bergia, sin
complicaciones, disfrutando del momento
Abellanas,
siempre con la misma sonrisa
Kurt,
transfiriendo karma de lado a lado
Juliani,
acaba de recibirlo
González
García y Ramos: “yo te quiero mucho” “y yo más” … después de que Francis (impenitente estudiantil) perdonara la huida de Vicente al Real Madrid
Rosas: “¡no
entiendo cómo te puedes acordar de todo con tanto detalle!”
Rincón: … eso
es mi secreto
Alba: “la
verdad es que todo ha estado IMPECABLE”
Ramos: su sonrisa lo dice todo; no hace falta
respuesta… es la viva imagen de la satisfacción.
Y no hay mejor colofón…
Estos videos de la comida y de la sobremesa son cortesía de Manolo Rincón:
Estas fotos de la sobremesa son cortesía de José Luis González Quirós:
|
Alba y González García |
|
Nieto, Rincón, Nolla y Cerdán |